Una cosa debe ser la disciplina, pero otra cosa es la obediencia robot-izada de una orden.
Se trata de tener gobierno para que haya orden, pero a lo que debemos apuntar es a la conciencia, a la madurez, a cultivar la responsabilidad desde muy pequeños.
Un padre impone a traves de sus gritos, de su fuerza y relación de dependencia; su voluntad y obliga a obedecer sin oportunidad a cuestionar, me refiero al niño o niña, quién es privado de su libertad de pensar, de hablar e influir en la tomas de decisiones, ni en el hogar ni en la escuela participa para poder poner su normas y reglas que le permitan sentirse bien y ayudar al bienestar de los semejantes. Somos esclavos porque nos enseñan a obedecer, y una conducta de rebeldía no es mas que una acción frustrada de ser libre pero sin diferenciarse porque obedece a lo que ha aprendido a través de los medios masivos de comunicación quienes dictan su modelo de conducta.
Pero el resultado lo vemos luego en cada contexto donde el recién adulto aplica lo que ha convertido en su patrón de conducta: no participa, sino trabaja y que no come, cree que lo que hace es lo correcto, es egoísta, no se sabe socializar, no es capaz de protestar cunado lo explotan, y cree que cualquiera que sea su jefe o superior (entre paréntesis) debe obedecerlo aunque lo humille o le maltrate y mal pague.
Si este texto no tiene pies ni cabeza, bueno cuestiónelo y opine, dele el cierre o amplielo un poco mas...
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